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¿Son realmente útiles los Filtros de Agua para Jarra?

filtro de agua para jarra

En este artículo analizaremos la utilidad de los filtros de agua para jarra y si realmente vale la pena adquirirlos como método de purificación de agua confiable para nuestro hogar.

¿Qué son los Filtros de Agua para Jarra y cómo funcionan?

Los filtros de jarra o filtros de paso, son generalmente jarras plásticas que prometen purificar el agua mediante un filtro de carbón activado que se ubica debajo de un depósito, al añadir el agua del grifo por la parte de arriba, la gravedad hace su trabajo y fuerza a que el agua pase a través del filtro.

El filtro de agua para jarra es reemplazable con costos aparentemente muy bajos y se presentan como una gran opción para aquellos consumidores que necesitan purificar el agua de su hogar u oficina, de contaminantes que trae el agua potable mejorando significativamente el olor y el sabor de la misma,

Los filtros de agua de jarra también prometen hacer el agua un poco más alcalina vendiendo los relativos beneficios para la salud y todo esto a un muy bajo costo en comparación con otro tipo de mecanismos purificadores.

Hay muchos estudios que demuestran que el carbón activado puede ayudar a la eliminación de algunos contaminantes básicos como el Cloro, Zinc, Partículas de compuestos orgánicos, sulfuro de hidrógeno, Amianto, Quistes, Plomo, Mercurio, Turbidez, Cadmio, Cobre, trazas de productos farmacéuticos y otros más.

Debemos tener en cuenta que la eficacia en la eliminación de estos elementos dependerá del tipo de carbón activado usado, la configuración del filtro de agua y la frecuencia con que se cambien los filtros, es aquí donde comienza nuestro análisis.

¿Qué debo saber acerca de las Jarras con Filtro?

Lo primero que debemos saber es que en efecto las jarras purificadoras, son muy buenas eliminando los olores producidos por contaminantes indeseados en el agua potable, como el cloro, el zinc, y el sulfuro de hidrógeno, pero con el asunto del sabor la mayoría no cumplen tan bien su función.

Por esta razón es necesario que se haga un análisis del agua que se consume para detectar si existen otros contaminantes que necesiten ser filtrados y puedan no estar dentro de los contaminantes que elimina el filtro de agua para jarra

No todas las jarras con filtro son iguales, cada jarra filtra contaminantes específicos, casi todas eliminan el cloro, el zinc y el sulfuro de Hidrógeno que son los principales responsables del mal olor y sabor del agua potable, pero son muy pocas las que filtran metales pesados como el plomo, compuestos orgánicos volátiles, trazas de productos farmacéuticos y hormonas.

Es por esta razón que de acuerdo a lo que se necesite filtrar, se debe buscar la certificación NSF separada para cada contaminante, pero si el agua posee contaminantes graves, el filtro de jarra no será suficiente, y se debe buscar un sistema de purificación más completo.

Y el Tema de los costos…

Cada fabricante indica la frecuencia de cambio de los filtros de sus jarras de agua, esas recomendaciones deben seguirse cabalmente puesto que los filtros taponados con partículas y otros contaminantes lo que harán es deteriorar la calidad del agua que viene del grifo y que ya ha sido potabilizada.

Hay que tener en cuenta que el carbón activado al adsorber el cloro libre, elimina la función biocida del mismo y el agua se puede contaminar con acción microbiana.

Por otro lado, el carbón activado, disminuye su acción de adsorber contaminantes mucho antes de que su función de eliminar malos olores y sabores desagradables se vea mitigada, es por esto que no se debe esperar a que el filtro deje de funcionar.

Lo anterior hace que aproximadamente cada 2 meses o cada 40 galones, de acuerdo a cada fabricante, se deba estar cambiando el filtro de agua para jarra que generalmente cuesta entre $30 y $90 dólares, hay que analizar si realmente no sale mejor otro sistema de purificación más eficaz y eficiente.

La Purificación no es “Instantánea”

Muchas de las jarras que están en el mercado, prometen filtrar el agua a medida que se vierte, sin embargo, esto no es tan cierto, el tiempo de filtrado puede variar entre el minuto y medio y los 15 minutos, hasta más. Para filtrar olores y sabores, no hay diferencia, pero las que se demoran más, filtran mejor contaminantes peligrosos como el plomo.

También hay que considerar que, si el consumo de agua es abundante y muy frecuente, una jarra que se demore en hacer su labor de purificación puede resultar un poco molesta, pero si, por el contrario, simplemente se llena la jarra y se almacena en el refrigerador para beber el agua después, el tiempo de filtrado no será problema a la hora de hacer la compra de tu jarra.

Agua del Grifo Vs. Agua Filtrada por Jarra

Existen varios estudios como el de la OCU de 2012 sobre los trece modelos más vendidos de jarras con filtro, además de estudios realizados por el investigador J.M. Mulet, investigador y profesor de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia, que indican que el agua del grifo (a no ser que estés en un país exótico del tercer mundo) no tiene ninguna desventaja frente al agua filtrada, desde el punto de vista de la salud.

“El Agua del grifo, está muy controlada y tiene una calidad óptima” afirma el científico, “lo único que hace es quitarle dureza al agua”, al tiempo que explica que los elementos que elimina el filtro de agua para jarra, no está demostrado que sean perjudiciales para la salud, e incluso podrían ser buenos, esto refiriéndose al cloro libre, al zinc y a otros elementos no peligrosos. 

Es más, los estudios señalan los riesgos que existen con los filtros para jarra al estar a temperatura ambiente y en humedad constante, adicionando el hecho de no cambiar el filtro de agua de manera frecuentemente adecuada, ya que es responsabilidad de cada quién realizar esas sustituciones de manera correcta.

Otro riesgo que mencionan es la poca efectividad en la eliminación de la cal en aguas duras, y pueden llegar a ser contraproducentes porque pueden eliminar demasiada cal, invirtiendo el pH del agua y haciéndola ácida. 

Otro estudio de la página web elalmacendelagua,com, señala que los filtros de las jarras suelen configurarse en varias capas, siendo las más frecuentes, la de retención de sólidos y la de carbón activado, eventualmente puede haber una capa de resinas catiónicas y otra de resinas aniónicas, para retener iones positivos y negativos, respectivamente. 

El problema es que, al incluir las dos capas de resinas, suelen saturarse inmediatamente porque para ajustarse al tamaño del filtro, las capas son muy delgadas y pequeñas, y por ende a los pocos usos dejan de funcionar.

La OCU también resaltó que, gracias al tratamiento y ajuste industrial de este tipo de filtros, en el agua se quedaban como subproducto iones de amonio NH3-, que estropean el sabor del agua, huelen igual al amoniaco y son tóxicos en especial para los niños, además de los iones de plata.

Conclusión

Existen más riesgos por mencionar, pero con los ya mencionados, hay que sopesar la verdadera utilidad de los filtros de agua para jarra y más aún, teniendo en cuenta que deben seguirse unos cuidados especiales que en caso de pasarse por alto pueden poner en serio riesgo nuestra salud, así que les invitamos a hacer un análisis exhaustivo y tomar decisiones en base a la información y no por las pautas que ofrece el marketing del miedo.